Cuando uno se desdobla o viaja astralmente, es seguro que en algún
momento se vea agredido por diferentes entidades. La conjuración de
Júpiter funciona bien para estos casos. Esta conjuración la aprendí en
una institución gnóstica y se practica de la siguiente manera.
Si ya estas consciente en el astral y percibes una entidad que no te
hace sentir bien o que te agrede de alguna manera, primeramente pones tu
mano izquierda sobre el plexo solar. Con el brazo derecho extendido y
apuntando a la entidad con los dedos pulgar, índice y medio pronunciar
la conjuración:
“EN EL NOMBRE DE JÚPITER
PADRE DE TODOS LOS DIOSES,
‘YO’ TE CONJURO, TE VIGOS COSLIM”
Esta conjuración debe ser dicha con mucha fuerza, energía y convicción
mientras imaginas que de tus dedos sale un rayo que va hacia la entidad.
Parece increíble pero si te desdoblas lo comprobarás.
Para que esta práctica de buenos resultados es imprescindible liberarse
del miedo y la sensación de impotencia. Si en la vida común tenemos
miedos estos se trasladarán al astral, esos miedos pueden crear entre
otras cosas las más espeluznantes criaturas que luego terminan
atacándonos. Con el tiempo nos daremos cuenta de que muchas de las
entidades que nos molestan en el astral, no son más que creaciones
nuestras, ellos viven allí, y en el fondo habitan dentro de nosotros,
son parte de nuestra psicología. Ellos de cierta manera son conscientes y
autónomos porque están atrapando una gran parte de nuestra conciencia.
Cuando queremos liberar, rescatar esa conciencia atrapada por nuestras
creaciones nos encontraremos con una férrea oposición de nuestros
defectos (nuestras creaciones), ellos nos harán la vida un poco difícil
porque saben que al liberar la conciencia que están atrapando tendrán
que morir, así nos atacarán cada vez que puedan en el astral. Frente a
todo esto, no hay que tener miedo, los ataques de nuestros defectos en
el astral a lo mucho nos causarán un gran susto, pero nada más nos puede
pasar.
El arma ideal para cualquier situación sea aquí o en el astral, es estar
consciente y ser impecable. Ser impecable no tiene nada que ver con
leyes, preceptos, códigos morales, éticos, bueno, malo, justo injusto,
humano inhumano, etc. Ser impecable está más allá de toda moral y ética y
más allá de todo lo que mencioné. Ser impecable es Ser Consciente. Ser
impecable es no tener moral ni ética, ni reglas ni mandamientos, ni nada
y aún así comportarse como lo que el mundo conoce como santo, sin
pecados, solo así la impecabilidad es impecabilidad.
Si en este mundo actuamos por la moral, ética, reglas, diez
mandamientos, lo que dice el pastor, el maestro, el cura, etc. En el
fondo solo estamos actuando y no somos realmente lo que pretendemos ser,
esto no es bueno ni malo, pero si quieres explorar el astral, esto no
te servirá. En el astral hay muchas cosas o formas energéticas diría yo.
Ellas te pondrán a prueba a cada paso y si solo eres un actor, caerás.
Es decir, si tienes el defecto de la codicia por ejemplo y aquí te
controlas con muchas reglas, esas reglas no existen en el astral,
entonces cuando veas los objetos codiciados por ti, sin pensarlo dos
veces te lanzarás hacia ellos y fracasarás. Eso traerá como consecuencia
de que no podrás acceder a partes del astral que quieras conocer.
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