A muchas personas les pasa que cuando están a punto de dormir sienten la presencia de algo. Esta presencia puede estar al lado de uno o mostrarse simplemente frente a uno. Estas experiencias lucen bastante reales, y lucen así porque son reales. Estas visiones pertenecen al astral. Cuando sentimos o percibimos estas presencias, no lo estamos haciendo con los sentidos del cuerpo físico, lo estamos haciendo con nuestro cuerpo astral que está todavía allí en el cuerpo físico. Por eso es que nos confundimos y pensamos que esa entidad ha estado en el plano físico, pero no es así. Lo que quiero decir es: que hay muchas entidades vagando por las diferentes dimensiones de nuestro universo pero como solo podemos percibir el mundo físico, no logramos verlas, ni sentirlas. Cuando estamos a punto de dormir o cuando de pronto nos despertamos en la noche y queremos seguir con nuestro sueño, el cuerpo astral percibe estas entidades, porque estamos en el estado clave para el desdoblamiento astral, es decir, ni dormidos ni despiertos, así pensamos que hemos vivido esa experiencia con nuestro cuerpo físico.
Las entidades que se presentan pueden ser como se suele decir, buenas, malas, divinas, diabólicas, etc. Yo no me atrevo a ponerle adjetivos ni a clasificar, simplemente son, y muchas de ellas están dispuestas a dar conocimiento, salud, etc., siempre y cuando se pida.
Cuando son entidades molestas que causan miedo o que atacan de muchas maneras, estas son generalmente, creadas por nosotros mismos. Lo que la civilización ha clasificado como pecados capitales (envidia, gula, ambición, lujuria, etc.) y lo que se conoce en esta sociedad como defectos, no son simplemente estados psicológicos, no son solamente desequilibrios en la química del cerebro, no son solo comportamientos antisociales, cada una de los defectos son entidades autónomas y conscientes que tienen existencia en las otras dimensiones. Esto suena a cuento de hadas, pero la vida es mas misteriosa de lo que cualquier escritor de ciencia ficción pueda imaginar. Ahora: ¿Cómo saber si cada defecto que tenemos es una entidad energética autónoma? Hay que aprender a salir al astral conscientemente. Entre los muchos usos que tiene el desdoblamiento o viaje astral está el de hacerse consciente de este aspecto de nuestra psicología. Llegar a saber que por ejemplo la ira existe, que tiene un cuerpo y que de cierta manera es consciente y que habita en nosotros y que cuando se le da la oportunidad toma posesión de nuestro cuerpo físico y lo hace gritar, golpear, insultar, y hasta cometer un grave crimen como un asesinato, es indispensable. Esa es la realidad de todo. Pero mientras no podamos salir al astral conscientemente creeremos que somos iracundos porque así nacimos o porque lo heredamos del abuelo, etc., y viviremos auto engañados.
Ahora ¿Qué hacer cuando una de estas entidades nos atemorizan o nos atacan? Primero que nada hay que aprender a salir conscientemente al astral. Si tenemos ese tipo de experiencias es porque estamos preparados para dar el salto. De nada vale encomendarse a la virgen María, invocar a Cristo o usar alguna conjuración, así, hay que forjar un alma de guerrero. Un alma de guerrero es un alma impecable. Es un alma sincera, sobretodo consigo misma, que ha dejado atrás los auto engaños y auto complacencia. El camino del guerrero lleva al caminante a través de un sendero de auto descubrimiento e incorporación del alma fragmentada por la creencia del pecado y castigo. Este proceso es bastante complejo pero esencialmente consiste en pulir lo que la gente llama defectos. Quiero decir que si trabajamos en la ira por ejemplo, aceptándola como una parte de nuestra pscología y con profundo amor dándole la bienvenida luego de muchos años de haberla marginado, menos iracundos nos comportaremos en este mundo, y la entidad ira perdiendo fuerza. Ella pierde fuerza porque somos nosotros la que la alimentamos a través de nuestro comportamiento, si dejamos de actuar, pensar, y sentir con ira, aceptándola cono parte de nosotros con amor, ella perderá fuerza en el astral, y no podrá atacar. Eso vale para cualquier entidad.
Lo que no sirve es la represión de cualquier defecto. Lo mejor es decir bienvenida ira, se que eres parte mía, sé que por muchos años te detesté y te marginé, hice eso porque pensaba que no eras yo, hice eso porque pensé que pecaba, ahora me doy cuenta de que también eres parte mía y con amor te doy la bienvenida, aquí, a tu hogar. Cuando uno hace esto, mágicos procesos se comienzan a actuar sobre nuestra psicología. Cualquiera podría pensar que uno podría volverse descontroladamente iracundo, pero no es así, la magia de la conciencia hace que a nosotros se incorporen diversos tipos de cualidades que estábamos apartando en esa parte energética que por negarla la habíamos deformado y convertido en un monstruo.
Otra cosa que ayuda mucho es enfrentar a la entidad como en el mundo físico. Es decir, que si uno tiene que pelear e irse a los golpes en el astral con la entidad que molesta, entonces debe hacerlo. Esto no es muy recomendable porque es el camino largo. Uno se puede pasar muchos años peleando con esas entidades sin lograr nada. Lo que si se desarrolla en uno, es la perdida de miedo a esas entidades, también se desarrollan el valor y el abandono, pero como dije se puede pasar la vida luchando. Lo mejor es no enfrentarlos. Lo mejor es, si en un momento dado por ejemplo uno es atacado, no desesperarse, no asustarse, estar sereno, tranquilo, con la profunda certeza de que nada malo puede pasar. Así, hay que tranquilizar mente, cuerpo y sentimiento. En ese momento, invocar un estado de profundo amor. Es decir comenzar a sentir amor y ese amor irradiar a la entidad atacante. Hay que irradiar amor a la entidad atacante, eso vale más que pasarse la vida luchando. Cuando uno hace esto la entidad sencillamente deja de molestar y luego si uno es lo bastante consciente y sereno puede hasta conversar con ella, preguntarle por ejemplo por que hace esas cosas, que es lo que busca, que es lo que quiere, etc. Y finalmente uno puede abrazar a la entidad en el astral y con profundo amor aceptarla como parte de uno.
También creo que es oportunidad de hablar un poco sobre las entidades que atacan sexualmente. Ellas también son nuestras creaciones. Básicamente son condensaciones más o menos densas hechas de energía sexual de nuestro defecto llamado lujuria. Generalmente los varones creamos entidades femeninas y las mujeres masculinas aunque últimamente se puede crear cualquier cosa. Una lujuria intensa pero reprimida es la culpable de estas creaciones. Vivir una vida sexual sana sin represiones ni conflictos es la solución.
Los ataques no terminarán de un día para otro. Generalmente el proceso lleva varios años, incluso toda la vida, pero si estas buscando la liberación pareciera que no hay otro camino, lo que quiero decir es, que solo alargaríamos nuestro proceso de aprendizaje si tomamos otro camino, porque si tenemos esas experiencias no es porque estemos poseídos o porque hayamos hecho cosas diabólicas, etc. Es solo porque como lo dije antes, ya estamos en condiciones de COMPRENDER que la vida es mucho más rica en expresiones creativas y que de este mundo no es todo lo que hay.
ivn
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