Cuando ya te
desdoblas te habrás dado cuenta de que ahora el problema no es salir, si
no mantenerse allí en el astral. Por lo general nos damos cuenta de que
cualquier emoción desbocada hace que nos regresemos a nuestro cuerpo
físico. Entonces habrá que aprender a ser serenos por más que lo que
veamos allí sea fantástico. Este proceso se va dando poco a poco. El
terreno para aprender la serenidad y templanza es este mundo físico. Si
aquí somos muy emocionales, en el astral lo seremos mil veces más. La
serenidad se cultiva primeramente teniendo la intención de ser mas
sereno. No es necesario reprimir bruscamente las emociones, si no,
observarlas cuando se estén dando. Solo hay que estar atento a lo que
está pasando y dejar que pase. Eso nos dará gran información acerca de
nosotros, ese es el camino del autodescubrimiento. El discernimiento de
la conciencia luego sacará su cosecha. Así poco a poco iremos cambiando.
Todo esto repercutirá en nuestros desdoblamientos o viajes astrales
haciéndolos más reales y continuos.
También, para
permanecer en el astral depende mucho cuanta energía tengamos (no me
estoy refiriendo al la energía física, me refiero a la energía de la
conciencia). La energía de la conciencia depende mucho de lo atentos que
estemos aquí en el mundo físico. Así debemos aprender a ser cazadores
de energía. Es necesario aprender a vivir con la atención natural
opacada por la socialización y las actividades de la vida diaria.
Entonces para esto ¿Cómo anda un cazador? Un cazador está atento por
donde va. Está siguiendo la presa (energía de la conciencia). Es
sigiloso y no hace gran alboroto por donde transita porque podría
asustar a la presa. Escucha cada sonido del bosque. Siente en su piel el
viento, la lluvia, el calor del sol (según sea el caso). Su olfato
percibe los diferentes olores y su vista toma conciencia de todo su
entorno. En su mente no hay pensamientos, y si los hay son solo
pensamientos con respecto ala actividad que está realizando en ese
momento. Sus emociones son serenas para no estorbar su tarea. Así el
cazador va cobrando su presa a cada paso. Cuando uno cada día hace este
trabajo, en cada situación que nos toca vivir, algo comienza a moverse
dentro de nosotros, y procesos mágicos se van desencadenando. La
conciencia va despertando y se hace funcional. En este proceso lo mejor
que sacamos es energía de la conciencia. Un día, sin pensar siquiera,
sabremos que es así cuando de pronto no sea problema permanecer en el
astral.
PRACTICA:
En cualquier lugar que te encuentres puedes hacer lo siguiente:
Si es que
puedes siéntate, luego cierra los ojos. Relaja tu cuerpo rápidamente.
Sin abrir los ojos ahora comienza percibir cada ruido, voz, etc. que
esté a tu alrededor. No te enfoques en alguno en particular, se trata de
hacerse consciente de todos los estímulos auditivos. Si lo estás
haciendo bien te darás cuenta de que inesperadamente el mudo comienza a
tener más vida de lo que parece. Aparecen muchos sonidos que nunca antes
habíamos oído. Estemos así por unos segundos. Ahora sintamos en nuestra
piel el viento, calor, frío, etc. Esto debemos hacerlo sin olvidarnos
de lo que está percibiendo el sonido. No pensemos en nada, solo
percibamos el mundo a través de estos sentidos. Ahora utilicemos el
sentido del olfato y percibamos cada olor que esté presente. Ya estamos
con el oído, el tacto y el olfato totalmente concentrados percibiendo el
mundo, entonces ahora abramos los ojos y contemplemos todo lo que
nuestros ojos perciben. Cada árbol, los carros, la gente, el cielo, las
casas, edificios, todo. En este estado de profunda concentración,
percibiendo el mundo a través de esas ventanas que son nuestros sentidos
nuestra mente debe estar ocupada resolviendo los problemas de ese
momento. Es más si es que queremos estar percibiendo el mundo de esa
manera tan total es imposible estar pensando en otras cosas como el
pasado, o proyectándose al futuro en sueños que solo nos mantienen
dormidos, también es imposible que estemos pensando en alguna persona o
cosa que queramos obtener. Así en ese estado retomemos cualquier cosa
que estemos haciendo. Tratemos de conservar ese nivel de percepción del
mundo cada día de nuestra vida. Al principio será muy difícil,
probablemente no duremos ni 20 segundos en ese estado. Con el tiempo y
la práctica iremos mejorando. Esta práctica diaria trae como
consecuencia el despertar de nuestra conciencia, ella despertará y
además ganaremos gran cantidad de energía desperdiciada en absurdos
pensamientos. Esa conciencia y esa energía harán que luego en el astral
podamos permanecer más conscientes y por más tiempo (solo por decirlo de
alguna manera porque el tiempo en el astral no existe).
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