sábado, 17 de septiembre de 2016

Entre la rima y la miseria




Entre la rima y la miseria
Vivo atrapado en el vaivén de las memorias,
Entre la rima y la miseria del olvido.
A un pie de caer en las garras de un sueño profundo.
Cual enemigo Atrapado en cruel mazmorra
Vivo mis días en este cascaron al que llaman cuerpo.
Mientras la rima emerge de una canción, que se repite en mi cerebro.

Atrapado,  entre la rima y la miseria, mi alma se desmorona,
Lento, con calma el corazón se hace polvo.
Vacio, sin hambre sin ganas de saber más de la existencia.
El Anhelo y el olvido se apoderan de mi deseo.
Mientras observo brillar nuevamente a Sirio en el cielo.

La reina blanca exige su trono, y se lo doy sin tanta caravana,
Tratando de recordar el deseo por el futuro.
Escucho su canto, dulce a la voz, desde aquí en el infierno.
Su suave piel me promete paraíso, a un corazón muerto el mío.
Entumecido entre sombras va mi cuerpo por sí solo, desconfiando y recordando.
Se aferra el corazón vencido a la luz lozana de su suave amor.

Mi corazón empujaba a mi cuerpo al abismo nuevamente,
Esperando sentir el frio que enmudece a la esperanza. Mirando al suelo y no mas al frente.
Pues que puede esperar el amante olvidado sino ser borrado de la existencia entera.
Que puede desear el amante abandonado sino la paz y el frio.
La muerte silenciosa de un corazón roto.
Aun cuando la voz, aquella que te empujo una vez al suelo, te pisoteo y te ato vuelve a llamarte con amoroso acento.
Que puede esperar el amor olvidado? El amor enterrado, sellado en la profundidad del alma?
Que puede soñar nuevamente el amante aferrado, si no la gracia de su mano, reconstruyendo todo lo que una vez, como castillo de arena derrumbo.
Puede acaso el cuchillo curar las heridas que el mismo abrió?
Puede la sombra del perdón, asesinar al ángel del olvido?
Estiro la mano entre la rima y la miseria de alrededor. Tratando de no doblar las rodillas cansadas.
Escuchando una y otra vez el lamento de la luna, la canción de la estrella lejana y olvidada.
Aun no tomo su mano, pero que puede ser más cruel que un amor de papel, torcido, condescendiente y egoísta?
Quizás un amor duradero que ha atravesado el tiempo y el canto de la estrella nuevamente venga hacia mí.
Hundido entre las rimas ajenas y la miseria sombría que atraviesa el cielo, me sostengo del  abismo sin esperanza, alzando el puño lastimado hacia el sol asesino.
Pues no morirá el olvido, ni la sombra de la desdicha permanecerá siempre agobiando.
Que puede esperar el amante olvidado pregunte, si no más que la esperanza del brillo de una estrella perdida.

Un caos que toca otro caos, no puede sino crear, muerte o amor, da igual.

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