jueves, 9 de febrero de 2017

Demonios [Sobre el trabajo y actitudes con,]

“Toda idea de la semana puede ser descrita y etiquetada, separándola de nuestra persona para pensar en ella como una entidad con derecho propio. Creo además que cada vez que nos movemos, pensamos, hacemos y hablamos estamos poblando el universo. Eso es donde voy a intentar y a atraer cosas, renunciando a averiguar cómo ellas cambiaron mientras fueron – dondequiera que esté el inmencionable lugar en que estas cosas suceden – que hay una forma de recuperar alguna de ellas y traerlas de vuelta así que podamos entonces re-mutar lo que está allí de una forma inspiradora e inesperada”. – Genesis P. Orridge.







Una forma de entrar en una visión del mundo donde los Demonios existen (y no es de ninguna manera la única forma, simplemente la mejor que he encontrado para entenderlos), es creer que cada cosa existente tiene consciencia independiente. Esto no es mero animismo sin embargo, ya que el regalo de la vida independiente existe para los reinos internos así como para la Realidad Consensual. Todos nuestros estados emocionales, sentimientos e impulsos pueden ser vistos como existiendo independientemente en nuestro interior. Permíteme ilustrar esta visión a través del siguiente ejemplo.

Yo tengo un demonio en mi interior llamado “Cólera”, que está dotado para conducirme hacia adelante cuando estoy agotado y cansado. Cuando estoy fatigado él me fustiga hacia la acción. Sus dientes están cerrados y los músculos de su mandíbula están apretados. Él odia las injusticias encontradas en el mundo y me incita a arrancarlas de raíz. Es rápido en manifestarse, y se encarga de mi cuerpo cuando siente que estoy siendo amenazado o abusan de mí. Es áspero y cruel, no teniendo consideración de los sentimientos de aquellos que encuentra en su camino. Se siente justificado, y está orgulloso de sus acciones. No aguanta a los necios y les ahorrará el tiempo, de no ver y comprender sus motivos a través de la gruesa niebla roja que cubre sus ojos. Él es la CÓLERA. Su piel es como el cuero marrón oscuro y eleva sus puños al cielo, abre sus ojos y echa hacia atrás la cabeza y grita.

Ahora, podría dibujar un cuadro de este Demonio y obtener una visión de lo que parece, transfiriendo la lista de atributos anteriores dentro de una imagen representativa. Ya tiene un nombre (Cólera), y podríamos hacer algún dibujo automático (ver el texto Dibujo Automático también en la web) y producir un glifo para el Demonio. Si yo decidiera poner secuencialmente en un libro varios estados emocionales (Paz, Miedo, Calma, Alegría, Venganza, etc., etc.) de esta forma, entonces estaría produciendo mi propio “Grimorio” de Demonios personales.

“Como arriba, es abajo”.

Una de las cosas interesantes cuando tratamos con estas entidades, es que tendemos a acercarnos a ellas usando las mismas técnicas que utilizamos cuando tratamos con la gente, en nuestro mundo diario de la Realidad Consesual. Podemos elegir categorizar a estas entidades (y a la gente que encontramos en la realidad consensual) como “Buenas” o “Malas”, creando “Ángeles” y “Demonios” respectivamente, pero encuentro esta polaridad como un muy limitante punto de vista, ya que tu acercamiento a las dos clases de seres será muy diferente. Es simplificar demasiado el acercarse a las “Entidades Buenas” como amigos, y tratar a las “Entidades Malas” como enemigos. Como en la vida diaria, las cosas raramente están tan claramente cortadas. Tomemos el ejemplo de la Cólera. Sería fácil generalizar y tratar a la Cólera como un enemigo a ser temido y combatido, pero puede que llegue el momento en el que tengamos que llamar a la Cólera buscando su ayuda. Particularmente si mi vida estuviera amenazada en alguna forma y necesitara andar a golpes por mi propia seguridad. Si he estado combatiendo a la Cólera, e intentando destruirla, ¿entonces por qué debería venir en mi ayuda en ese momento de necesidad? Hay un viejo dicho que nos recuerda a todos que “Ignoramos nuestros Demonios bajo nuestro peligro”, así que encuentro de mucha más utilidad mirar a cada entidad a través de sus méritos y debilidades. Al tratar con individuos no se debería estar eclipsado por las generalizaciones, así que por esta razón usaré un extenso término neutro en este ensayo para describir a tales seres. Ángeles, demonios, servidores, familiares y espíritus serán llamados entidades.

El trabajo con entidades es importante, ya que te fuerza a evaluar cómo te conduces contigo mismo al interactuar con el mundo diario. En mi experiencia las entidades reaccionan en la forma en la que te acercas a ellas, en la misma medida en que la gente lo haría. Si trabajas con el Goecia (o cualquier viejo Grimorio) la gente con la que estás tratando miente, estafan, tienen tremendamente desfigurados cuerpos y más del número normal de apéndices; pero encuentro que la mejor forma de reaccionar a estas situaciones es si fueras presentado a ellas en la Realidad Consensual. ¿Cómo habrías de tratar a un mentiroso o un estafador normalmente? ¿Te importa la apariencia de la gente? Y ¿puedes encarar el hecho de que estas entidades existan tanto dentro como fuera de tu mente?

Como la gente en la Realidad Consensual, las entidades quieren poder, independencia y autonomía. Esto las capacita para evolucionar y desarrollar sus propias consciencias. Ellas son como personas sin cuerpos físicos y logran manifestación física con la cantidad de “energía libidinal” con la que las alimentas. El problema es que cuanto mayor es la autonomía que estas entidades tienen, más capaces se vuelven de conseguir tus deseos. Tú quieres que la entidad sea bastante independiente para lograr tu deseo, pero no quieres darle demasiado poder para que no controlen la situación muy rápidamente.

Un buen ejemplo para ilustrar esto es una entidad particular con la que un amigo mío estaba trabajando. Él había creado esta entidad para actuar como un espíritu de buena salud en general (llamado “Salud”), que le curaría de cualquier enfermedad que contrajera. Tan pronto como mi amigo estaba enfermo, realizaría un rápido ritual, contactaba con Salud, y bastante seguro que en pocos días, cualquiera que fuera la enfermedad, era eliminada. Los resultados fueron asombrosos. Todo fue bien durante seis meses, hasta que mi amigo se dio cuenta de que se ponía enfermo más a menudo que ninguna vez antes, Salud estaba todavía haciendo su trabajo, pero mi amigo comenzó a confiar en la entidad más y más. Cuanto más confiaba en la entidad para curarse, más energía vertía dentro de ella. Le sugerí que averiguara por qué se ponía enfermo tan a menudo, y después de algún trabajo con diferentes espíritus investigadores, averiguó que era el culpable. Él había dado tanta energía y atención a Salud que se había vuelto muy poderoso. La entidad había comenzado a crear enfermedades en mi amigo para curarlas y recibir más y más atención. Mi amigo aprendió esto e inmediatamente construyó un ritual en el que habló a Salud, negoció la paz con él y rompió todos los lazos con él.

No cometas errores, en el trabajo con cualquier entidad estás entrando en un juego de poder, y las entidades lo entienden incluso si tú no lo haces. Manteniendo esto en mente, hay varias estrategias que puedes adoptar cuando estás tratando con Demonios, y si los manipulas correctamente pueden rendir algunos de los más milagrosos resultados que yo haya visto nunca.


Acercamiento 1: Autoritario

Te comunicas con la entidad elegida como si fuera escoria. Ella hará lo que digas, o sino la dañarás. Prepárate a apoyar tus amenazas con la acción. Quemarás el sello de la entidad si no cumple tu petición. Destruirás toda evidencia de ella en la Realidad Consensual si no logra tu deseo. Les dirás a todos tus amigos magos que es una mentirosa y una estafadora, en quien no confiar mientras no pueda lograr algo, si ella no se comporta como es debido. Tú eres el macho Alfa y la entidad debe hacer lo que digas para preservar el correcto orden de las cosas en el Universo. Ella no es una persona real, así que puedes tratarla tan mal como gustes, etc., etc.

Este es un acercamiento favorecido por muchos antiguos textos mágicos, escritos por hombres que se desarrollaron en esta cultura territorial. Es un retroceso a los días de la escuela pública, trabajando hasta el agotamiento y recibiendo duchas de agua fría por la directora. La cosa extraña es que esto no da muy buenos resultados, aunque la entidad convendrá en hacer cualquier cosa si la torturas lo bastante, incluso si no es apta para la tarea especificada. Yo he elegido no acercarme a las entidades de esta forma porque toma mucha energía mantener el control y no me gustaría vivir en un mundo donde esta fuera la forma en la que la gente se tratara los unos a los otros, pero “¡Hey! Así soy yo.” ¿Por qué no lo averiguas por ti mismo?


Acercamiento 2: Sumiso

Suplica ante la poderosa entidad, implórale que te dé el conocimiento que tiene y en pago puede alimentarse de ti. Cortésmente pídele que realice tu coloquialmente insignificante favor, una vez haya apurado tu energía. Dedica hora inclinándote ante su sello, rezándole para que pueda ayudarte. Golpeando tu carne con varas de abedul, para que pueda alimentarse con tu dolor. Sángrate para que pueda beber de tu esencia, etc., etc.

No voy a continuar con esto demasiado, ya que invariablemente no funciona, pues es un acercamiento con mucho esfuerzo y no mucho que ganar.


Acercamiento 3: Asociado

El clásico trato con el Diablo en el cruce de caminos. Resumido en la expresión “Tú me rascas la espalda y yo rascaré la tuya”. Pide a la entidad que haga tu deseo, y tu le darás algo que ella quiere cuando haya completado la tarea.

Encuentro que este acercamiento funciona porque ambos están sobre una base de igualdad. Sin embargo toma mucho esfuerzo mantener el campo incluso jugando en él. La entidad necesita ser elegida específicamente para la meta que quieras lograr. Puedes ser tentado a elegir una de un grimorio existente, pero si lo haces así, nuevas alianzas serán necesarias para lograr deseos. Así como esto tienes que guardar tu meta fuera de discusión, o un completo montón de problemas pueden suceder. Para usar este acercamiento exitosamente, debes mantener tu autodiscriminación, y ser capaz de manipular múltiples tareas simultáneamente. Estás intentando mantener a todo el mundo feliz, incluyéndote a ti mismo, así que el mejor acercamiento es la creación de tus propias entidades.

Práctica

Prepara el espacio del altar con pesado y humeante incienso, música y velas.
Elige un glifo creado siguiendo el método de Dibujo Automático (también traducido en la web bajo el nombre de Dibujo Automático) para la entidad con la que vas a trabajar y colócalo lo más cerca posible del incienso.
Haz algún calentamiento vocal, o ejercicio de canto. Una sugerencia sería hacer resonar sonidos vocales y sentir dónde vibran en el cuerpo.
Siéntate durante un momento, relaja y aclara tu mente, entonces empieza a concentrarte en tu respiración. Dentro... fuera... dentro... fuera... dentro... fuera... dentro... fuera... dentro... fuera... y mientras te enfocas en tu respiración dentro... fuera... Mira fijamente el glifo... dentro... fuera... Empieza a decir en voz alta el nombre y atributos de esta entidad representada por el glifo... Deja que tu lengua corra sin ataduras, sin inhibiciones y libre... haz sonidos y ruidos que gusten y entienda la entidad... establece un rapport con la entidad... Dentro... fuera... dentro... fuera... y continua respirando... Relajado y consciente... siente tu concentración enfocada sobre el glifo... mantén tus ojos abiertos todo el tiempo... relajado y consciente... puedes ver fijamente dentro de las profundidades del incienso... brumosa y pequeña al principio... dentro... fuera... ves una entidad comenzando a tomar forma... crece en tamaño y notas sus colores... haciéndose más definida y más enfocada... la entidad te está hablando... dentro... fuera... relájate y pregunta a la entidad si su nombre es el mismo del glifo del Dibujo Automático... la voz que oyes puede que sea débil.. y conforme te concentras en ella... se vuelve más clara y audible...
Continua haciendo preguntas a la entidad y comunicándote con ella. Podrías preguntarle con qué disfruta, o cómo puede ayudarte a lograr tu meta específica. Pregúntale qué quiere, y discute varios asuntos con ella. No te limites a preguntar sobre “materias mágicas”, una buena forma de determinar el carácter de la entidad es repasando ese día con ella. Pregúntale cómo habría tratado con ciertos asuntos o situaciones que hayan surgido en tu vida diaria. Trata esto como un consejo de un amigo, no como una orden de una inteligencia superior.
Registra tanto como puedas estas comunicaciones. Una grabadora podría ser útil, pero ciertamente después escribe lo que haya dicho.
Crea un “grimorio personal” usando tus glifos del Ejercicio de Criterio. Observa a cada una de dichas entidades y compila sus glifos, nombres, atributos, apariencia física y personalidad. Incluye cualquier comunicación que hayas tenido con esa entidad, y el acercamiento usado.
Asegúrate de permanecer consciente de tu foco general. Registra cualquier resultado que obtengas relacionado con las metas concernidas.
Te sugeriría que trabajaras con cada entidad de tu “grimorio personal”, al menos durante una semana, antes de que decidas moverte hacia la próxima.
Con todas las entidades de tu grimorio personal asegúrate de que tienes una feliz relación personal. Antes de pasar a otra cosa, asegúrate de haberte familiarizado con todas ellas.


Fuentes

Extraído del libro Now That’s What I Call Chaos Magick, Por Greg Humphries & Julian Vayne. Traducción de Manon. Anteriormente publicado en ZDC (Zona de Caos)

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