martes, 4 de octubre de 2016

Prologo SSMS

Principios de los 90 Athena en su cuerpo mortal ha logrado su cometido y retornado al presente junto a los santos de bronce que la protegen, liberando a Seiya de la maldición impuesta por la espada del dios del Inframundo Hades. Sin embargo, cuando recobró la conciencia el Santo de Pegaso encontró con el combate de su maestra, la Santa de Plata, Marin de Aguila contra su compañera Shaina de Ofiuco, que por alguna razón parecía estar poseída por algún tipo de entidad. [Seiya/Pegaso]-¿¡Marin, que está ocurriendo!? Exclamó el joven incorporándose con dificultad de la silla de ruedas en la cual se encontraba confinado mientras la joven amazona era distraída momentáneamente por el despertar de su pupilo. [Marin/Aguila]-¡Seiya! Aléjate de aquí - ¡Ugh! En aquel instante, las garras de Shaina atravesaron el pecho de Marin, arrebatandole la vida, y enfocando su mirada en Seiya, mientras está horrorizado ante la escena trataba de reaccionar. [Seiya/Pegaso]-¡¡MARIN!! ¿¡Shaina que hiciste!? Sin embargo, Shaina no entendía razones y se abalanzó contra Seiya para asesinarlo de la misma forma que acabó con Marin, pero justo en ese momento las cadenas de Andrómeda sujetaron sus extremidades. [Shun/Andrómeda]-¡Shaina! Señorita Saori, en esta era está ocurriendo lo mismo. [Saori/Athena]-Me temo que si Shun, Shaina ya no es nuestra aliada sino que esta siendo manipulada por la voluntad de Ofiuco. Seiya sorprendido, da un paso atrás alejándose de Shaina quien forcejea con las cadenas y observa el cambio en el corte de Saori y la aparición no sólo de ella junto a Shun, sino también de Shiryu, Hyoga e Ikki. [Seiya/Pegaso]-¿Chicos que esta ocurriendo? [Shiryu/Dragón]-Te lo explicaremos durante el combate, por ahora hay que detener a Shaina antes que despierte totalmente, además Saori esta muy debil como para- [Shun/Andrómeda]-Waaaaa!! Shaina ha atrapado las cadenas dando un fuerte jalón que envía al Santo por los aires mientras ella se libera y comienza a encender su cosmos, el cual rápidamente supera los límites, su cloth de plata comienza a resquebrajarse, su máscara se cae dejando ver su rostro. [Shaina/Ofiuco]-¡Athena! te castigaré por haberme enviado al olvido, destruiré el santuario, a ti y a tus santos. Su voz se escucha diferente, distante, gutural y agresiva. Y mientras Saori toma una posición ofensiva su cuerpo se cubre con la Cloth de Athena, la de Ofiuco comienza a cambiar de forma sobre el cuerpo de Shaina, tornándose dorada y llena de ornamentos. [Saori/Athena]-Es demasiado tarde, ha despertado completamente… Seiya, Shaina nuestra compañera de batallas ya no existe más, ha sido dominada completamente por el treceavo santo de oro: Ofiuco. Y ya has escuchado su objetivo, debemos detenerla. [Seiya/Pegaso]-¿Por qué? Shaina… ¿Por qué asesinaste a Marin? ¿Por qué estás haciendo esto? ¿!POR QUÉ!? Un intenso resplandor cubrió a Seiya con la cloth de Pegaso, y sin pensarlo más se abalanzó contra Shaina con lágrimas en los ojos convirtiéndose en un cometa de cosmoenergía. [Seiya/Pegaso]-¡Golpe Cometa de Pegaso! Una sonrisa llena de maldad y orgullo apareció en el rostro de la santa, quien estirando su brazo hacia el frente empuñando su cetro detuvo el ataque de Seiya sin el más mínimo esfuerzo, regresándoselo con aún más fuerza, y observando a todos los demás santos para finalmente posar su mirada en Athena [Shaina/Ofiuco]-Pegaso, Dragón, Cisne, Andrómeda y Fénix… ¿Este es todo el bastión que protege a Athena? y son tan ingenuos de pensar que son rivales para mi, el más fuerte entre los santos de oro, a mi que estoy por encima de los dioses. Pateticos. Seiya se reincorpora con dificultad, lanzando una mirada a Shaina y luego a Saori. [Seiya/Pegaso]-¿Que es ese poder? es como una especie de cloth divina de Ofiuco, pero nuestras cloths han regresado a como eran antes de entrar en los campos elíseos. [Hyoga/Cisne]-Es el santo de oro de Ofiuco, un santo maldito que había sido eliminado de la historia y del santuario, pero ha regresado y ha despertado dentro de Shaina. [Ikki/Fenix]-Debemos quemar nuestro cosmos hasta el infinito, superar el octavo sentido y así despertar nuevamente las armaduras divinas… Shaina abre sus brazos, una oscura sonrisa ilumina su rostro, y su mirada permanece clavada en Athena. [Shaina/Ofiuco]-Pueden atacarme con todo lo que tengan bronces, conozco de sobra sus movimientos y no lograrán lastimarme. Seiya y los demás santos comienzan a trazar las estrellas de sus respectivas constelaciones al tiempo que elevan cada vez más su cosmoenergia, cambiando a dorado el color de sus cloths. [Seiya/Pegaso]-Reacciona Shaina ¡Golpe Cometa de Pegaso! [Shiryu/Dragon]- Rindete Shaina ¡Cien Dragones de Rozan! [Hyoga/Cisne]- Lo siento ¡Ejecución de Aurora! [Shun/Andromeda]-No quiero herirte de gravedad ¡Tormenta Nebular! [Ikki/Fenix]-Desaparece Ofiuco ¡Alas Ardientes del Fenix! El ataque de los cinco santos de bronce crea una inmensa explosión seguida de una densa nube de polvo, con un silencio sepulcral que no tarda en ser roto por una suave pero oscura risa causando una expresión de estupefacción en todos ellos. [Shaina/Ofiuco]-Lamentable… ahora tomen esto Santos de Athena ¡Garra del Trueno! Exclamó levantando su mano con el cetro hacia el cielo y una gran cantidad de relámpagos salieron en dirección a los Santos, y a pesar de tratarse de un ataque conocido este era sutilmente diferente lastimándolos internamente sin afectar las cloths que los protegían, causandoles un intenso dolor que se manifestó en sus gritos mientras volaban por el aire hasta impactar pesadamente contra el suelo, momento en el cual Shaina comenzó a avanzar pausadamente en dirección a Athena. [Shaina/Ofiuco]-Athena… tus inútiles Santos no son nada contra mi, y ahora estás totalmente desprotegida e indefensa. Saori observó a sus guerreros tirados en el suelo, con mirada firme dio un leve golpe con Niké al suelo, llenando todo el lugar con su cosmoenergía. [Saori/Athena]-Te equivocas, mientras yo aun pueda luchar los Santos se levantarán una y otra vez, y si llegase a estar en peligro se levantarán con aun mas fuerzas para detener el mal que representas para la tierra. ¡Es por eso que te sellaré de nuevo y de forma definitiva! La risa de Ofiuco no se hizo esperar y se abalanzó contra Athena con una velocidad sorprendente, sin embargo ya ante su sorpresa su golpe no alcanzó a golpearla, pues entre ambas se interpuso Seiya, tratando con todas sus fuerzas de proteger a Saori atrapando el puño de Shaina con sus manos. [Seiya/Pegaso]-Shaina… no, Ofiuco, ¡no permitiré que lastimes a la Saori! [Saori/Athena]-¡Seiya! Ofiuco, sorprendido por aquel movimiento trata de dar un paso atrás para liberarse, pero Seiya no soltó su brazo, y por el contrario una gran cosmoenergía comenzó a emanar de su cuerpo. [Seiya/Pegaso]-Asi mi cuerpo se destruya, aún si no queda ni el más mínimo rastro de mi alma, ¡yo protegeré a Athena con mi vida quemando mi cosmos incluso más allá del límite! Un intenso brillo comenzó a salir de la cloth de Pegaso y el poder de Seiya seguía creciendo. [Shaina/Ofiuco]-¿Cloth Divina? [Shiryu/Dragón]-Seiya… [Hyoga/Cisne]-Si Seiya lucha, nosotros también. [Shun/Andrómeda]-Para proteger a Athena, debemos vencerte… [Ikki/Fénix]-Mmmm En aquel momento todos los Santos comenzaron a incorporarse encendiendo su cosmos de forma similar a Seiya, y sus cloths resonaron entre sí, brillando y cambiando de forma, regresando a ser Cloths Divinas, pues aún conservaban algo de la sangre de Athena dormida en su interior. Por su parte, Ofiuco sonreía de forma arrogante. [Shaina/Ofiuco]-Vaya, Cloths Divinas… así será más divertido, vengan todos al tiempo si quieren. Dijo poniéndose en posición tras liberarse de Seiya, y preparándose para atacarlos se abalanzó contra Shiryu cargando su Garra de Trueno, pero antes de poder asestar el golpe, las cadenas de Andrómeda lo inmovilizan nuevamente, sólo que esta vez, Shaina se prepara y agarra las cadenas usándolas contra Shun, dándole un fuerte jalón contra su hermano causando que chocaran estrepitosamente. [Shaina/Ofiuco]-No les servirá de nada… siguen siendo simples Santos de bronce, desaparezcan de una vez, mi objetivo es Athena. Shaina elevó su cosmoenergía rodeandose de relámpagos que la circundaban como serpientes, emitiendo un chisporroteo siseante. [Shaina/Ofiuco]-Así tengan Cloths Divinas no son nada… hasta nunca Santos de Athena, ¡Aniquilación Cósmica! Las serpientes relampagueantes se dispersaron desde el cuerpo de Ofiuco, rodeando a los Santos, causandoles un intenso dolor y en cierta medida realizando una constricción sobre sus cuerpos que comenzó a manifestarse con el agrietamiento de sus Cloths Divinas, acompañado con los gritos de los Santos llevándolos cada vez más hasta el borde de la muerte; pero en aquel momento un resplandor dorado cercenó aquellas serpientes, dejando a los caballeros derrotados e inmóviles en el suelo. [Saori/Athena]-Detente Ofiuco, si tanto deseas mi cabeza ven directamente por mi y deja a Seiya y los demás fuera de esto. [Shaina/Ofiuco]-Veo que eres tan débil como siempre, anteponiendo la vida de los demás por encima de la tuya, sabes que no eres rival para mi. Sin más, Ofiuco se lanzó contra Athena, lista para darle un golpe con su cetro, pero Saori fue ágil y bloqueó con Niké, desviándolo el ataque de tal forma que pudiera lanzar una ofensiva luminosa con la punta de su báculo, la cual fue esquivada por la Saint de oro quien contraatacó con una feroz patada que impactó en el cuerpo de Athena haciéndola retroceder un par de metros, jadeante y sin aire en sus pulmones. [Shaina/Ofiuco]-¿Que pasa Athena? te has quedado sin palabras. Saori se tambaleó un poco, apoyándose en su báculo recuperando su compostura solo para ver a Ofiuco prácticamente sobre ella a punto de asestarle un golpe de su Garra de Trueno, pero antes de alcanzarla Shaina noto algo a su derecha, y realizando un complejo movimiento dio un giro en el aire lanzando los relámpagos de su ataque en esa dirección, impactando en el pecho a Seiya, quien recién se esforzaba por lanzar un ataque sorpresa en contra del dorado. [Saori/Athena]-¡Seiya! El Santo cayó con un ruido sordo al suelo, totalmente inconsciente y Saori lanzó un rápido golpe con Niké abanicándolo de forma horizontal, sin embargo Ofiuco dio un salto esquivando aquel ataque y aterrizando no muy lejos desde donde se abalanzó de nuevo contra Athena quien la bloqueó haciendo uso de su escudo retrocediendo levemente. [Saori/Athena]-Creo que no me queda ninguna otra opción. ¡Te sellaré a toda costa! [Shaina/Ofiuco]-Jajajaja, no me hagas reir, no tienes las fuerzas suficientes para enfrentarte a mi. Athena se preparó para la ofensiva concentrando su cosmoenergía en la punta de Niké y Shaina se abalanzó contra ella preparando una vez más su Garra de Trueno. [Shaina/Ofiuco]-Además no te dejare que logres atacarme, ¡Muere Athena! Gritó finalmente al lanzarse contra Saori quien se encontraba aún concentrando su cosmos, pero en aquel momento una silueta embiste contra Shaina, arrojándola contra el suelo lejos de Saori, ambos cuerpos envolviendose en una bola sin forma mientras Athena seguía concentrando su energía, rodeandose de un resplandor de un blanco inmaculado. [Ikki/Fénix]-¡Y nosotros protegeremos a Athena! [Shaina/Ofiuco]-¿Ustedes? Ustedes no son más que fastidiosas moscas. Ikki, quien sorpresivamente había embestido a Ofiuco forcejeaba con ella y no muy lejos de allí, Shun también se incorporaba alistando sus cadenas para detener los movimientos de la guerrera, mientras Hyoga y Shiryu se acercaban a Seiya para ver su estado encontrándolo severamente herido, y girando luego su mirada hacia Saori con expresión preocupada en sus rostros, y ella respondiendo a sus sentimientos, tomó una actitud firme encendiendo con mayor intensidad su cosmoenergía. [Saori/Athena]-Shiryu, Hyoga, Shun, Ikki… Seiya… Lamento que se hayan visto arrastrados a este estilo de vida, corregiré eso. En aquel momento Ikki sale despedido por los aires con un violento golpe, mientras Saori llevando su cosmoenergía al límite realiza un movimiento de Niké para finalmente dar un golpe en el suelo que expulsa una delicada onda de energía que envuelve todo el entorno creando una resonancia en las Cloths Divinas, y en los cuerpos de los santos. [Shaina/Ofiuco]-¿¡El sello!? No, es diferente…¿No pensarás...? Los santos por su parte observan asombrados la situación sus Cloths brillan de forma incandescente, llenandolos de una sensación de nostalgia y melancolía. [Shun/Andrómeda]-¿Que sucede? [Shaina/Ofiuco]-¡Sea lo que sea que pienses hacer, no te lo permitiré. Aniquilación Cósmica! Las serpientes de cosmoenergía eléctrica se abalanzaron contra Saori pero antes que alguno de los santos pudiera hacer algo, o de que pudieran alcanzar a Athena, ella con un simple movimiento de Niké las había despedazado. [Shaina/Ofiuco]-¡No puede ser! La mirada de Saori era diferente, mostrando una determinación impropia de ella, una expresión recta y sin temor, radiante de cosmoenergía en un verdadero estado divino. [Saori/Athena]-Ofiuco, la maldad que has causado termina aquí y ahora, es hora de ponerle un alto a todo, y de corregir los errores… Hizo una pausa, mirando a todos y cada uno de sus Santos deteniendo finalmente su mirada en Seiya, quien aún permanecía inerte en brazos de Hyoga y Shiryu. [Saori/Athena]-Seiya, Shiryu, Hyoga, Shun, Ikki… ustedes han estado a mi lado arriesgando sus vidas permanentemente, e incluso sacrificando el gozo de la vida de los humanos corrientes, todo eso por mi culpa, así que he decidido quitarles esa carga de sus vidas… [Ikki/Fénix]-Athena… [Shun/Andrómeda]-¿Que significa eso Señorita Saori? [Hyoga/Cisne]-Nuestras vidas... serán normalizadas. [Shiryu/Dragón]-¿Significa que dejaremos de ser Santos? [Shaina/Ofiuco]-¡Imposible, Aunque seas una diosa no tienes el poder de hacer eso, te destruiría! Athena permaneció en silencio concentrando más su cosmoenergía y atrayendo hacia ella el cosmos de sus Santos, mientras todo permanecía estático, paralizado de alguna forma inexplicable. Y mientras más cosmos reunía Saori, más y más jóvenes parecían sus guerreros al tiempo que comenzaban a envolverse en crisálidas de cosmoenergía. [Saori/Athena]-Lo se, y lo acepto gustosa con tal de sellarte definitivamente y librar a Seiya y los demás de este destino cruel. [Shaina/Ofiuco]-¿Vas a jugar con los telómeros de estos mortales? ¿Tan desesperada estas que piensas jugar con lo que el antiguo Dios del Tiempo domina? Se descontrolarán y alterarás los relojes biológicos a niveles inimaginables. Jajaja tu cuerpo no lo resistirá, será tu final definitivo y así sea el mio también habré cumplido parcialmente mi objetivo. Mientras hablaba, Shaina comenzó a envejecer a un ritmo acelerado y su Cloth a emitir una resonancia, luchando por regresar a ser la Cloth de plata de siempre, Athena por su parte pareció crecer hasta alcanzar la apariencia de una edad adulta permaneciendo solemne e imponente. [Saori/Athena]-Lo se, pero es la única forma. Seiya, Shiryu, Hyoga, Shun, Ikki...regresen sanos y salvos a un mundo rebosante de luz… y allí, continúen cantando su canción de vida… Cerrando sus ojos llenos de lágrimas después de darle un último vistazo a sus guerreros, Saori realizó un movimiento de Niké levantandolo sobre su cabeza, enviando a través de las dimensiones al grupo de Santos de Bronce ahora convertidos en pequeños bebés indefensos, pues era ahora ella quien guardaba para sí todo su potencial cósmico, y una vez los hubo dispersado a sus naciones de origen, bajó su báculo con fuerza dando un golpe al suelo. [Saori/Athena]-¡Sello de la Eternidad! Un intenso resplandor envuelve toda la escena, difuminando los sucesos en medio de ellos y sacudiendo con fuerza toda la tierra mientras Ofiuco desaparecia sellado en la Cloth de plata dejando nada más a Saori Kido de pie junto a la Cloth de plata de Ofiuco en el centro de un inmenso cráter, circundado por las cinco armaduras de bronce de Pegaso, Dragón, Cisne, Andrómeda y Fénix, Athena las observó con una dulce sonrisa en su rostro, para luego caer desfallecida al suelo sin rastro de vida alguno. Athena, Saori Kido… ha muerto. No mucho después, una inmensa cosmoenergía llegó a aquel desolado paraje en el Santuario, la silueta de una hermosa mujer dueña de ese cosmos divino, caminando entre los escombros llevando en su mano un báculo similar a Nike pero en forma de luna, se acercó al cadáver de Saori, donde se inclinó para tomarla entre sus brazos con sus ojos llenos de lágrimas. [Artemisa]-¡Oh hermana mía!, al final has sacrificado tu vida por el bienestar de los insignificantes humanos, al final que grande y conmovedor fue tu amor por ellos… Hizo una pausa, acariciando con suavidad el rostro de Athena con una de sus manos, y elevando su mirada hacia las Cloths que reposaban aun a los costados del cráter. [Artemisa]-Aunque hayas muerto en esta ocasión, podrás renacer nuevamente como mortal en un tiempo no muy lejano desde nuestra perspectiva divina… Sin embargo, los mortales no deben olvidar que diste tu vida por ellos, tu legado debe preservarse. Después de estas palabras, Artemisa dejó suavemente el cuerpo de Saori en el suelo para luego incorporarse apoyada en su báculo, y con un movimiento elegante de este, el cadáver de Athena desapareció del lugar convirtiéndose en luminosa cosmoenergía la cual comenzó a ascender al cielo y una vez se hubo perdido de vista, la diosa dirigió su mirada hacia un pilar en ruinas que se encontraba cercano. [Artemisa]-Hécate, se que estás ahí… manifiestate. Obedeciendo el comando divino, desde detrás del pilar salió una figura encapuchada apoyándose en un bastón de madera, y al girar su rostro hacia Artemisa dejó ver su rostro, el cual correspondía al de una mujer adulta de cabellera verde clara. [Hécate]-Mi señora Artemisa. Lamento lo de su hermana, pero supongo que a partir de ahora serás la regente de este planeta La diosa le lanzó una mirada fulminante y la bruja de la luna se inclinó de inmediato bajando su mirada. [Artemisa]-No, te equivocas pequeña bruja. De hecho tengo un trabajo para ti, y lo harás sin refutar. La diosa hizo una pausa y comenzó a avanzar hacia Hécate, hasta estar a una distancia tal que le permitió poner el extremo de su báculo con suavidad sobre uno de sus hombros. [Artemisa]-Hécate, el legado de mi hermana Athena no puede perderse de esta forma, su amor y sacrificio por los humanos no puede ser olvidado, así que te encargo reconstruir su Sagrado Santuario y buscarás en la tierra a aquellos Santos que le sirvieron pero por diferentes razones se hayan retirado. [Hécate]-¡P-Pero Señora Artemisa! La mirada de la diosa se tensó y momentáneamente presionó su báculo contra la bruja. [Artemisa]-Te dije que no refutaras mis órdenes. [Hécate]-L-Lo siento… [Artemisa]-Podrás tomarte tu tiempo, pero tampoco demasiado… pues una vez que hayas encontrado a esos Santos, ellos deberán obedecer la lealtad de sus corazones para reconstruir el Sagrado Santuario de Athena para las futuras generaciones. Luego observó las Cloths de bronce y la de plata que aún permanecían en aquella escena y con un movimiento de su mano las dispersó por la tierra. [Artemisa]-Además Hécate, las mismas Cloths se encargarán de buscar a sus nuevos portadores, portadores que necesitarán la guia de los Santos veteranos que tú buscaras, y si aun con este mensaje deciden no reconstruir el Santuario de mi hermana, decidiré entonces ocuparme de la tierra. Al finalizar sus palabras, Artemisa retiró su báculo del hombro de la bruja de la luna y comenzó a avanzar, dejándola atrás y desvaneciéndose lentamente en su regreso al Olimpo dejando unas últimas palabras incorpóreas que resonaron en la mente de Hécate. [Artemisa]-De igual manera, mi hermana Athena sólo murió de cuerpo, su espíritu reencarnará tarde o temprano una vez más como mortal, la única pregunta al respecto después de todo lo ocurrido es… ¿Cuando? De esta manera, Hécate comenzó su búsqueda por todo el mundo de los Saints retirados, hombres y mujeres de avanzada edad o que perdieron alguna de sus capacidades físicas durante algún conflicto anterior, informándoles lo sucedido con el Santuario, con Athena misma y el designio de Artemisa. Para así de esta manera, cerrar un capítulo más en las páginas de la historia antes de iniciar una nueva leyenda...

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