Soy el cuervo que atraviesa con alas negras la noche,
Soy el lobo que aúlla
al espejo en el cielo.
Formo parte del
clan de la luna, soy el ciego y el loco.
Aquel que yace
colgado de la rama en la penumbra fuera del sepulcro, el que bate alas negras
rozando la luna en el vuelo silente.
Soy aquel que ve, más
allá del velo de Isis, del clan de la luna, las bestias sombrías que acechan en
la noche oscura.
Nací durante el día,
pero en la noche abrí mis ojos, que se tornaron rojos, mientras contemplaba la
sangre en las garras.
Soy aquel que resistió
el asedio del sol en mi refugio, el paria, el sin hogar.
Callo la emoción,
atesoro el corazón, vigilo durante la noche y recuerdo el tiempo que ha pasado.
Observo a la luna,
mientras a la memoria vienen las glorias vividas, las guerras sobrevividas y el
dolor que sigue punzando en el pecho.
Soy el cuervo que
atraviesa con alas negras la noche.
El lobo que aúlla
con nostalgia al espejo en el cielo.
Soy el loco, el
soñador, el de imaginación explosiva, el ruiseñor en la noche.
Que observa
paciente, al mundo dormido, que cuelga de la rama en la penumbra,
Con una soga en el
cuello, con lágrimas secas, con el corazón expuesto.
Y vive adorando a los dioses olvidados, añora a las brujas,
que danzan cantando y desnudas bajo el brillo plateado de a luna.
Soy la continuación inconclusa del legado del caos, de la
muerte, de la agonía, de la nostalgia del cielo.
Soy el loco, el aullador; el cuervo, la muerte, la bruja y
el mago; la sombra expuesta, la vida doliente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenido, por favor deja un comentario