domingo, 9 de julio de 2017

Totem del Colibri

¿CÓMO ES EL COLIBRÍ?
Hábitat: Hay más de 300 especies de colibríes y todas viven en América, desde el sur de Alaska hasta la Tierra del Fuego. La especie mayor que habita en los Andes mide 25 cm, la más pequeña vive en Cuba y parece casi un insecto, pues mide sólo 5 cm.
Costumbres: Algunas especies muy diminutas pueden efectuar con las alas de sesenta a ochenta movimientos por segundo, lo cual corresponde a una velocidad de 80 km por hora. En el vuelo de celo la rapidez de las alas puede incluso aumentar hasta 200 movimientos por segundo. Estas joyas voladoras están en condiciones de bajar y subir verticalmente, de desplazarse hacia delante y atrás por el aire, con gran celeridad. Baten con tal rapidez las alas, que éstas no pueden distinguirse. Algunas especies son migratorias como el colibrí rufo que cría en Alaska y emigra a Sudamérica durante el invierno, un viaje realmente increíble para un ave tan pequeña. El colibrí de garganta rubí emigra de un lado a otro de Norteamérica cruzando el Golfo de México en cada viaje.
Reproducción: Dice Herbert Wendt: "Los machos son grandes cantores, además pelean furiosamente unos contra otros; pero cortejan a las hembras efectuando en el aire los más audaces y originales arabescos. Trazan círculos y arcos, suben rápidamente en sentido vertical, descienden veloces como una piedra, frenan la caída a poca distancia de la hembra, que les contempla desde una rama y luego se sostiene en el aire batiendo rápidamente las alas, hasta que la hembra permite a uno de los pigmeos voladores posarse junto a ella. Las hembras de colibrí sólo se dejan copular cuando ya han construido su nido, linda estructura hecha de las más finas substancias vegetales y trabada con saliva y telas robadas a las arañas.
Por consiguiente, en el vuelo de celo, el macho tiene que fijarse para ver si ya hay a punto uno de tales nidos de musgo. Después del acto amoroso, los machos de la mayor parte de las especies dejan solas a las hembras y van en busca de otro lugar donde efectuar sus movimientos de celo, a menudo en las inmediaciones del primero. Y allí procuran conquistar el favor de otra." Las hembras incuban 2 huevos durante 2 a 3 semanas cuyas crías alimentan hasta las 3 semanas.
Alimentación: Se alimentan básicamente del néctar de las flores. Cuando lo chupan no disponen de ningún lugar para posarse convenientemente, de forma que deben revolotear mientras comen, acercando y retirando sus picos rápidamente. Como resultado su vuelo es muy especializado. También cazan al vuelo pequeños insectos y capturan arañas en sus telas.
Enemigos: Los enemigos naturales de los colibríes son los pájaros de rapiña y los gatos monteses, así como ciertos seres humanos.
Expectativa de vida: Hasta doce años o un poco más.
Hechos interesantes: El polen se adhiere a la cabeza del colibrí y así es transportado a otras flores que de este modo quedan polinizadas. Para las selvas sudamericanas son agentes polinizadores altamente importantes. El colibrí es el único pájaro del mundo que puede volar hacia atrás, recto, hacia arriba e incluso para los lados... Volar con un aleteo tan rápido requiere mucha energía; por eso deben comer constantemente o tener reservas alimenticias abundantes. Por la noche conservan las energías aletargándose, cayendo en una especie de hibernación nocturna. En los Andes la temperatura del colibrí baja de 30ºC a 14ºC aproximadamente la del aire que le rodea y su metabolismo se reduce a una sexta parte.


Uno de los acróbatas más asombrosos son los diminutos e iridisados colibríes. De su belleza, de sus danzas aéreas, de su rapidez y agilidad en el vuelo quedaron ya prendados los primeros escritores que descubrieron el mundo volátil de América. “Entre todos los seres vivos”, decía entusiasmado el decano de los naturalistas franceses, el conde de Buffon, “el colibrí es el de más bella figura, el de colores más maravillosos. Las joyas y los metales no pueden compararse con esta alhaja de la naturaleza. Su obra maestra consiste en esta ave de diminuto tamaño.”
Herbert Wendt: La vida amorosa del mundo animal 

SIMBOLISMO
Los poderes del Colibrí:
Amor- Alegría
- Felicidad
La sabiduría del Colibrí incluye:
- Apreciar los detalles
- Paciencia y sentido de orientación
- Habilidad de ir a los espacios íntimos para sanar
- Disfrutar las pequeñas cosas de la vida cotidiana
- Confianza y entrega para llegar al corazón del Espíritu 
Simbolismo cultural:
En la cultura azteca del México prehispánico el colibrí está asocaido con Huitzilopotli, el ser mitológico de la guerra. Se creía que los guerreros muertos en batalla reencarnaban como colibríes. Entre las concepciones precolombinas y las sociedades indígenas actuales de andes, existen ideas populares que lo consideran un símbolo de la alegría, de la felicidad y del amor; además destacan su capacidad de volar hacia los lugares pequeños para sanar. En los tejidos paracas el colibrí aparece principalmente cerca de muchas flores de colores en la actitud de extracción del polen. Otra de las imágenes importantes de esta ave es la de los geoglifos o líneas de Nazca trazados en la pampa. Es uno de los glifos de líneas más impresionantes y de mayor tamaño. Se le considera un mensajero de los espíritus de los montes y de las divinidades que habitan allí, y que por tanto tiene la capacidad de ser comunicador de las divinidades y de los seres sobrenaturales superiores; formando parte de los presagios; ya que existe la creencia popular de que cuando ingresa un colibrí en una casa está avisando que las deidades de las montañas quieren una ofrenda.

EL COLIBRÍ COMO ANIMAL DE PODER
El colibrí representa una actitud de humildad ante los eventos de la vida, de la naturaleza o del destino que no se han podido cambiar en el pasado. Por eso es el animal de poder de muchas almas que han tenido que enfrentar grandes pruebas, sobre todo en los inicios de su juventud y a veces también en la vida adulta. A ellos les recuerda constantemente la esperanza y la renovación perpetua de la existencia y les ayuda a apreciar intensamente los pequeños detalles, las cosas bellas, sencillas y cotidianas de la vida. Como animal de poder, el colibrí también escoge guiar a las almas de terapeutas muy especializados cuyo aprendizaje vital les permitirá afinar su percepción empática al máximo, de tal forma que serán capaces de identificar aquello que su corazón y el corazón de otros necesita para abrirse a la sanación.
EL COLIBRÍ COMO ALIADO TEMPORAL
Temporalmente el colibrí puede acompañar a todos aquellos que necesitan abrirse al amor. Ya sea que hayan sufrido heridas que provocaron su cierre por autoprotección o simplemente porque aún no se han enterado de que el amor está rondándoles muy de cerca...

Sacar al colibrí en el PASADO significa:
Seguramente has demostrado una gran paciencia y sentido de orientación en tu pasado reciente. El colibrí te felicita y te insta a seguir por este camino ya que tu jornada aún está lejos de concluir. Imagínalo revoloteando frente a ti, acariciándote con sus alas y diciéndote: ¡Vas muy bien amig@!
Sacar al colibrí en el PRESENTE significa:
En estos momentos, lo que se requiere de ti es confianza radical y entrega a tu más alto bien. Sólo desde la incondicionalidad y la alegría del amor podrás orientarte y orientar a los demás. Lo único que tienes que hacer es sintonízate con el Gran Espíritu y dejarte fluir en su perfección. Si estás en medio de una crisis y no puedes lograrlo instantáneamente, siéntate con determinación, relájate y acepta cada cosa tal como es ahora, por más mala o atemorizante que te parezca. Repite, por ejemplo, “Está bien si fracaso. Está bien si tengo éxito. Está bien su conservo esto que me preocupa o si lo pierdo. Cualquier cosa que suceda me acercará a mi más alto bien.” Luego recuerda las escenas más felices de tu vida, piensa en el amor, siéntelo, entrégate a él, permite que te guíe y no te levantes hasta haber recobrado el contacto con el Gran Espíritu. El colibrí te asegura que en estos momentos puedes hacerlo. Éste es tu reto.
Sacar al colibrí en el FUTURO significa:
Si cumples el reto que tienes en el presente, el colibrí te asegura que llegarás al corazón del Espíritu y podrás saborear el dulce néctar del amor.

Un consejo del colibrí:
Disfruta y agradece las pequeñas cosas de la vida. Un bello atardecer, la caída de las hojas
de los árboles, los destellos de los rayos del sol, un paseo bajo la lluvia, el olor de
una flor o una taza de té... Valora la tranquilidad de un día sin sobresaltos.

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